martes, 8 de junio de 2010
Despertar - 2 -
Sólo en ese instante pude entenderlo. Nada de lo que había acontecido antes de ese fugaz momento había logrado otorgarme la misma capacidad de comprensión. Y en medio de ese gigantesco vacío que sus palabras creaban en mi interior, una minúscula partícula de agradecimiento también surgía.
Ya nada de lo que pudiera hacer o decir podría generar en ella la indiscutible sensación de necesitarse estrechada por mis brazos, o de ahogar su deseo con mis labios.
Era otra, y dolorosamente pude entender que yo, muy a mi pesar, no había cambiado. Encendió otro cigarrillo, yo no apuré el último sorbo del café que impasible continuaba perdiendo temperatura.
Me supe perdedor de aquello que una vez pensé, no deseaba tener. Y ya no importaba cuanto fuese mi anhelo de retomar. La sentencia salió firme y clara de su boca, más intangible que el humo, pero permaneciendo en el aire por más tiempo que el hedor del tabaco quemado.
viernes, 23 de abril de 2010
domingo, 11 de abril de 2010
an empty heartbeat

¿Acaso le esperan en algún sitio?
¿Acaso importa?
Solo sabe que los mejores momentos
son aquellos cuando no se lo cuestiona.
Cuando unicamente basta con avanzar
sin pensar siquiera, en mirar atrás.
Sin añorar la tibieza de los lugares
donde encontró descanso.
Sin desear encontrar nuevamente
otro igual.
Otra vez el vacío retoma el espacio
que los recuerdos usurparon.
¿Qué queda entonces, más que sostener
la mirada fija en el camino?
miércoles, 7 de abril de 2010
Painfully Hollow
martes, 19 de enero de 2010
Despertar - 1 -
Me encontré allí sentado, sobre una reconfortable colina que me permitía observar el apacible mar. El aroma de las flores silvestres, por las que nunca me interesé y jamás aprendí sus nombres, llegaba hasta mí como si alguien hubiese quemado hace muy poco una barita de incienso.
Mis ojos se adaptaron rápidamente a la nocturna oscuridad. Al principio creí que todo era un sueño, pero las sensaciones que me producía lo que me rodeaba eran demasiado palpables, demasiado envolventes, demasiado físicas como para dar crédito a mi teoría de que aún dormía.
Al suave sonido que producían las olas, mientras golpeaban arrítmicamente los arrecifes y los riscos cercanos, se unieron los murmullos de algunos insectos y el lamento de lo que creí identificar como alguna especie de ave nocturna.
La temperatura era fría pero agradable. Y a pesar de lo reconfortante que me pudiese parecer todo, mi mente comenzó a llenarse de dudas, cuando los intentos de razonar lo que había pasado antes de despertar en aquel lugar, sólo me llenaban de interrogantes e incertidumbre.
¿Qué hacía allí sentado en la noche?, en aquel sitio que no podía reconocer, un lugar que no me era familiar y al que no podía recordar como había llegado.
lunes, 18 de enero de 2010
lunes, 7 de septiembre de 2009
miércoles, 12 de agosto de 2009
martes, 11 de agosto de 2009
lunes, 10 de agosto de 2009
martes, 4 de agosto de 2009
Para Exégesis
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