sábado, 31 de enero de 2009

eStación eTer No



Miles de historias que convergen, un instante; miles de historias ciegas ante las demás. Vienen y van, sin leerse unas a otras, solo dejando la estela irrecordable de su existencia.

lunes, 26 de enero de 2009

Selfish True


Nada, absolutamente nada, es lo suficientemente bueno como para sufrir por obtenerlo o mantenerlo… dejadlo ir, ya vendrá algo más que merezca nuestra completa atención y sepa corresponder a ella... lo cierto es que nos criaron en una cultura masoquista, nos grabaron bajo la piel que de vez en vez hay que sacrificarnos para tener aquello que deseamos y lentamente hemos aprendido a disfrutar inconscientemente el dolor de no saber vivir.


¡¡Diablos!! a veces me sorprende todo lo egoísta que puedo llegar a ser, o tal vez no es que sea egoísta y es quizás todo aquello que me han inculcado desde niño lo que me hace pensar que lo soy, pero una vez más, ¿por que sufrir por aquellas personas o cosas que aprendieron a no sufrir ni a hacer sacrificios por mi? En pocas palabras, y sin la intención de sonar muy bíblico, no des aquello de lo que no quieres recibir, más si lo haces no esperes nada a cambio, pero si no recibes algo, sencillamente no vuelvas a entregarlo.

No merece tus lágrimas quien no ha llorado por ti.

miércoles, 7 de enero de 2009

Optimismo o el discurso de año nuevo


Un año más para seguir...


...muriendo.

Las cosas continuaran su curso, nada da espera a que estemos listos. Pero siempre nos queda la opción de relajarnos, disfrutar y no pensar más en que el vivir, no es sino un viaje hacia el destino del que nadie escapa. Así que de un tiempo acá, no puedo evitar pensar en una de las frases más optimistas a mi parecer, esa que si no estoy mal dice más o menos así:

"No hay que tomarse la vida tan en serio, al final de cuentas no saldremos vivos de ella"

Que continué el negro y angustioso espectáculo.... este chiste cruel que llamamos realidad, del que podemos ver ambas perspectivas pero por lo general preferimos entender aquella en la que el chiste nos parece gracioso y nos provoca una sonrisa, o una carcajada que igual nos marca en la conciencia, con un frío sello que nos recuerda que quizás la broma no es tan graciosa como aparenta.

Riamos ahora que podemos, que ya habrá quien ría cuando seamos los protagonistas de la broma y sea nuestro turno de llorar.


Salud!!