martes, 3 de abril de 2007

Welcome to Hell

En efecto, aquel lugar era el infierno.
Podía sentirlo, olerlo, saborearlo.
No había perdón. No había compasión. No había salvación.
No había más que odio, locura y dolor.

Sin duda alguna, aquel sitio no podía ser más que el infierno.
Y si ese era mi destino entonces podrían estar seguros de algo,
no me quedaría allí sentado a contemplarlo
y no sería yo el único que ardería hasta los huesos.

2 comentarios:

3 dijo...

Algo me dice que yo ardería con vos.

Vicious dijo...

creo que estoy por salir de ahi.