"No conocemos el principio, así como no nos es claro el final, pero principio y final son conceptos propios de la dualidad..."
y la realidad, la verdadera realidad, está lejos de ser dual. Aclaro que aquí no me refiero a la realidad limitada que experimentamos en vida (y posiblemente en la muerte). Ya que la realidad que vivimos y experimentamos, está plagada y gobernada por la dualidad misma, pues la dualidad es un concepto que surge a partir de una experimentación egocentrista, surge a partir de un punto de vista, a partir de observar y vivenciar todo lo que nos rodea desde cierta perspectiva, condicionada por nuestros sentidos.
Utilizado
por millones de años como laboratorio de experimentación, para la convivencia
de múltiples especies, el
sector de universo al que pertenece la vía láctea ha pasado de un extremo
dual dominante a otro.
Como consecuencia, diferentes
Razas supraevolucionadas, físicas y etéreas, han controlado dicho sector a su antojo durante eones.
La
dualidad se enfrentó en múltiples conflictos y posteriormente en una guerra casi decisiva
que abarcó sectores y planos inconmensurables del universo. Guerra que llegó a su fin en
este sector tras negociar, alcanzar y aplicar múltiples tratados y pactos; cimentados primordialmente
en el nivel de evolución de las razas o especies, catalogadas como dominantes al ser estas poseedoras de ego y autorreconocimiento en cada planeta en el cual se encontrasen, y las cuales se identificasen como nativas del mismo.
Por los
acuerdos de la posguerra, se impide a especies y razas superiores esclavizar
a la especie humana que habita en Tierra, o tomar posesión de esta mediante actos bélicos o violentos, ya que se considera que dicha especie tiene el
suficiente nivel evolutivo como para autogobernarse. Pero en los mismos acuerdos se
estipula que la especie predominante de un planeta, si así lo desea, podrá hacer
alianzas con otras especies superiores foráneas, exógenas o endógenas.
La
división interna y la corrupción planetaria permitió que nuestros gobernantes, sin importar si han sido elegidos o impuestos, hicieran pactos con entes externos que solo benefician a un pequeño grupo de coaliciones que se han aferrado al poder durante milenios.