¿Quedaba realmente algo?
Entre cajones llenos de papeles,
Entre borrosas notas sin pasión,
En medio de etiquetas dobladas,
Y cachivaches faltos de emoción,
Escondidos ocultando su verdad.
Mil y una noches que no bastaron
Para hacerte ver mi lealtad.
Nada que no hubieses visto ya,
Nada que desearas ver otra vez,
Nada que yo te pudiese mostrar.
Nada que te permitiera entender,
Nada que te hiciera olvidar.
¿Hubo realmente algo?
O fue una vacía ilusión
Un triste engaño de pura compasión.
Pues aunque quise que fuese algo,
El querer de uno no basta,
Y muy fácilmente entre dos,
Cualquier ‘algo’,
Siempre puede convertirse en nada.