Lentamente destapó el veneno y se lo dio de beber.
-Mañana estarás mejor- le dijo sin mirarle a los ojos pero sonriendo.
Luego de tragar el espeso jarabe, una lágrima descendió por su mejilla, mientras pensaba de si misma lo que sin saber él ya había deducido hacia unos cuantos minutos atrás. -Tú también estarás mucho mejor- le dijo en un susurro antes de cerrar los ojos.
La tapa se resbaló de entre sus dedos y rodó hasta las pantuflas que ahora le pertenecían a su cuñada.
lunes, 28 de enero de 2008
Amargo
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4 comentarios:
Jajaja.
Es un grandioso... Final.
Es un buen final en efecto.
Cambio y fuera.
Me dejó descolocada ese final... Pero muy bueno, como siempre.
Me alegro que les haya gustado... un abrazo.
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